No me interesa aquello que no entiendo.
Soy un consumidor habitual de rol. Consumidor en muchas formas, no solo de libros y revistas. Hoy en día puedes tener rol en podcast, vídeos y artículos en la red.
Últimamente he descubierto en esos medios cosas que no me han gustado nada y seguramente a otros tampoco. Pero el sentimiento de comunidad hace que la crítica sea nula. Impera eso que llaman buen rollismo. Parece que hay miedo al enfrentamiento por criticar y sin embargo siempre está la sombra de la guerra entre Old School e Indie, dungeoneros contra narracionistas o veteranos vs nueva ola… ridículo.
Una cosa en concreto no me ha gustado y la voy a criticar abiertamente.
He escuchado o leído cosas como:
- “El Wraith es una porquería de juego. Llevas un fantasma que no puede salir de una casa”. Los que afirman esto parece que no se han leído el libro.
-“El Paranoia es una basura porque sólo se divertía el DJ machacando a los PJs”
- “Nephilim es injugable y no vale para nada”.
Y esto no trata de “esto me gusta” y “esto no me gusta”. Eso es una cosa que está bastante clara y no da lugar a la discusión. Se trata más de que ese tipo de afirmaciones son producto de un mal acercamiento al juego o a su trasfondo.
Pasa con bastante frecuencia que si no le pillas el punto a un juego, la experiencia puede ser negativa y te cause cierto rechazo. Pero por favor, hay que ser inteligentes y analizar: La partida ha sido un desastre, ¿por qué?
Pues es sencillo. Si no te sumerges bien en el tono y tema del juego es fácil que se malogre. Y no digo que Wraith no sea complicado hasta cotas insospechadas, pero si te has leído el manual se te ocurren mil y una historias que recrear y adoptas esa atmósfera que será la que trates de transmitir a los jugadores.
Si entiendes bien que Paranoia, es un juego de humor. Si aceptas la premisa de esa distopía irónica, puedes jugar partidas muy divertidas.
Si entiendes la profundidad y la manera de jugar Nephilim, descubres una joya.
Y creo que así, sin más. Si eres flexible y estás abierto a nuevas experiencias, disfrutas de otras maneras de jugar y descubres otros mundos. En cambio, si te amoldas a tu manera de jugar y haces de ella el canon del rol, habrá juegos que te valen y juegos que no…
Es como intentar jugar una partida a Fiasco con la actitud de D&D. Eso no puede acabar bien.
A veces es complicado cambiar el chip de un juego a otro y eso requiere de cierto esfuerzo. Evidentemente es más fácil decir: que malo es el juego, yo soy la leche (muy humano por otra parte). Pero la mejor manera de abordar algo nuevo en este terreno es con la mente abierta y ganas de aprender. Un buen DJ que tuve hacia algo fantástico cuando probábamos algo nuevo. Se empapaba bien el libro y antes de la primera partida quedaba con todo el grupo y nos decía: -“Olvidad todo lo que sabéis de (inserte aquí una temática), esto trata de…”
Habrá juegos que te gusten más o menos, sistemas que se adapten mejor que otros a tu grupo, trasfondos, mecánicas, innovaciones, etc. Pero no hay que cometer el error de tirar la fruta al primer mordisco porque la cáscara está amarga.
En los vídeos, artículos y podcast se vierten opiniones que muchos toman como dogmas y repiten de oídas sin criterio. Para dar una opinión fundada hay que ahondar en el tema, o libro en este caso, y ser un poco objetivo.
Si no, siempre está bien recordar que es una opinión propia… como la mía en este artículo.
Y retomando un poco el tema del encabezado, está muy bien que en la rolesfera todos nos queramos mucho y sea muy bonito. Pero echo de menos contrapuntos y críticas.
Nadie debería ofenderse por escuchar otros puntos de vista y todos deberíamos ser lo suficientemente humildes de no creer que nos lo sabemos todo.
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