En los juegos de rol, siempre tenemos estos dos conceptos en mente. La ambientación es el mundo dónde jugamos, pero el entorno es lo que se experimenta en la mesa, en la partida. Generalmente en una partida, el entorno interactúa con la ambientación, por ejemplo, cuando el grupo de vampiros entra en el Elíseo y alguno de ellos realiza una disciplina descaradamente, es una acción de la ambientación al entorno. El entorno, por consiguiente, tiene una serie de normas, de consecuencias generales al entorno, por ejemplo, en el caso anterior, el príncipe podría malhumorarse y tomar represalias por la ofensa... Veamos un poco más todo esto.
La ambientación en profundidad
Si nos ponemos a hablar seriamente de ambientación, hablamos de un mundo, una serie de personajes "pasivos" y sobretodo de una serie de normas, que sirven para la interactividad de los jugadores con su entorno, y de éste con la ambientación, generando consecuencias a discreción del director de juego. El director de juego también puede emplear la ambientación para incluir elementos en el entorno directo, pero es un elemento importante que en toda partida debe estar, cuanto menos, planteado.
El entorno en profundidad
Cuando hablamos de entorno, hablamos de aquéllo que los jugadores tienen cerca, de aquello con lo que pueden interactuar directamente. a menudo la ambientación pasa a formar parte del entorno, y un entorno se convierte en trasfondo cuando los jugadores dejan la escena. Cada entorno es distinto y ofrece distintas situaciones que a su vez ofrecen distintas posibilidades de acción a los jugadores.
Del trasfondo podríamos decir que es una parte de la ambientación que está intrinsecamente relacionado con los jugadores, y su trama. El trasfondo es a su vez la base de los personajes y su historia, a la vez que las vivencias pasadas, y como parte de la ambientación, pueden de alguna manera volver a repercutir en el entorno y la escena.
Cuando hablamos de trama, hablamos de la historia que viven los personajes dentro de la ambientación. La trama incluye detalles de los personajes y de sus vivencias, conocidos, simpatizantes y enemigos, objetos, lugares, y es consecuencia directa del resto de elementos, y por lo tanto, lo rica que sea, lo divertida y satisfactoria, dependerá de cómo de cuidados estén los otros apartados.
Pros de invertir tiempo en estos elementos:
Muchas veces puedes creer que este es el munto en que menos hay que trabajar, pued puede venirte realizada, pero no es cierto. Un director de juego experimentado sabrá sobre lo necesario de incluir elementos afines a sus jugadores, que harán que se sientan más identificados con el mundo que les rodea, y por lo tanto, mejorará la inmersión en el juego.
Invertir tiempo en el entorno es una casi casi imprescindible. Antes de la partida siempre pensarás en que ganchos les podrás a los jugadores, que desafíos, que recompensas y motivaciones tendrán en mano en la partida. Un entorno elaborado proca una buena satisfacción en los jugadores. También hay que tener presente que los jugadores son libres de interactuar como quieran, y no tienen por que seguir un gancho determinado, pues otro menos elaborado puede llamarles la atención. En este caso, un consejo a los directores es que no se frustren, siempre pueden guardar ese gancho, alterarlo, y emplearlo en un futuro.
Un trasfondo elaborado genera una ambientación más elaborada, y facilita al director de juego el tener más recursos para futuras partidas. Además un trasfondo elaborado mejora sustancialmente la base de la trama, generando un mundo más consistente.
Para resumirlo en una frase, es importante antes de cada partida dedicar un tiempo no solo a la partida en sí, si no al mundo que rodea esa partida, aunque en ese momento lo que suceda no tenga relevancia para el entorno.
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