La endogamia no es buena. Que se lo cuenten a los Targaryen.
En el rol definitivamente no es buena. Yo, haciendo honor a la verdad soy muy escogidito a la hora de elegir con quien juego por una cuestión de estilos. Pero no le digo que no a casi nada y menos aún excluiría a alguien porque es novato o viene de otro modo juego. Tengo ese ánimo conciliador y el querer compartir la afición todo lo posible (dentro de mi intimidad).
El hermetismo de las mesas de rol existe desde que tengo recuerdo y siempre me ha parecido contraproducente en muchos sentidos.
En los viejos tiempos era como una seña de identidad, pertenecer a un grupo (aunque el nuestro era muy abierto y todos jugábamos con otros grupos).
Es como esa sensación especial que da ser minoría por su exclusividad ¿No es lo contrario lo que queríais, que no se viese como algo raro y apartado?
¡Venga!, ¡somos una minoría, fragmentémonos más! ¿Nos vamos a poner exquisitos con “los nuestros”?
Bueno, entre freaks hay para todos los gustos.
Además con esto de la nueva tendencia de rol por hangout eso se ha acabado… ¿o no? He leído cosas curiosas al respecto y me surgen dudas.
Esto es una opinión y una pregunta al aire, porque no seré yo el más indicado para hablar del “Rol digital”. De hecho no tengo ni la menor idea y hablo de “oídas” y desde el abismo de la ignorancia. Por favor, no se me entienda mal.
¿Se ha acabado el tema de los grupos cerrados?
Por mucho hangout y lo que quieras, ¿no es más lógico que quede con la gente con la que juego habitualmente?
Hay lugares específicos para buscar partidas abiertas y encontrar mesa virtual, ¿son realmente efectivos?
La élite rolera (entiéndase youtubers del rol) no se mezcla en partidas con jugadores más anónimos.
¿Realmente se da una difusión correcta de nuestra afición para que un profano se meta de cabeza?
¿Es fácil encontrar partidas e integrarse en la comunidad?
Yo tengo mis propias respuestas a estas y otras preguntas, pero parece que no coinciden con todos los círculos. Es decir, parece que el viejo problema sigue allí donde lo dejé pero ha cambiado de plataforma.
No se supone que la tendencia natural y lógica sería ayudar a todo el mundo a encontrar mesas en las que se sienta a gusto y así pueda desarrollarse como jugador.
Eso le llevará a evolucionar y quizá dirigir y devolver el favor a los que vengan detrás… y otros que vendrán y portarán la antorcha.
Una cosa que me gusta de este mundo es que tiene relevo generacional y sigue adelante.
Cuantos de aquellos viejos grupos habrán dejado de jugar hace años porque estarán hastiados de ser siempre los mismos con las mismas ideas y las mismas tramas cíclicas, sea el juego que sea.
Sangre nueva. Un nuevo jugador significa un nuevo punto de vista.
Quizá tenga una idea muy hippie del asunto, pero creo que en este caso, de verdad, lo correcto es no ser sectario y radical. Probar, enseñar, aprender, conocer, experimentar…
¿Vivimos las vidas de otros y no aprendemos nada? ¿De verdad?.
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