El otro día, con el Bitching Preaching on the dessert de Álvaro loman volví a escuchar el ya quemado comentario de "el orgullo no hace falta por que aquí la situación está normalizada" y a mi, siendo como soy, me saltó un resorte rebelde, No digo que todo lo que dijo Álvaro estuviese mal, al contrario, pero es que esa afirmación no es cierta.
Para empezar, la situación no está ni de lejos normalizada, Ahora mismo en este mismo país tenemos situaciones de acoso (escolar, laboral), de disgregación y de discriminación positiva también. En los primeros casos se trata de faltas de respeto, acciones que derivan de tener este maravilloso sistema educativo basura, en especial en la adolescencia, que la ESO parece la corte de Azathoth en no pocos casos. Este es un problema de respeto y educación, que no se está saneando de forma proactiva en general (hay muchos docentes que hacen muy buen trabajo al respecto, pero aún son pocos), tenemos el hecho de que el gobierno actual (de mayoría absoluta) intentó echar abajo nada más entrar en el cargo una ley que tiende un puente en aras de la normalización. De modo que aún hay motivo para salir a la calle y denunciar un abuso, en nuestras fronteras. Por que si miramos al mundo... Rusia nos tiene vetado el acceso, claro que casi que es mejor, viendo algunos de los vídeos que subieron a la red hace no tantos meses. Y he horroriza pensar en África, o en algunos lugares de América Latina, como Honduras. Y me es imposible no empatizar con su situación, ya que si hubiese nacido en alguno de estos lugares me vería atrapado en una trampa que me acosaría, mutilaría, apedrearía, quemaría vivo, arrojaría desde lo alto de edificios, humillaría, ahorcaría... La lista no es corta ni pasada, por que son cosas que pasan en este mismo momento, y no tengo ningún medio en mi mano para detener esa violencia, pero puedo protestar, como estoy haciendo, y hacer presión y hacer entender que aún hay mucho camino por delante hacia la tolerancia y respeto, que al fin y al cabo es por lo que surgió el movimiento del orgullo.
Pero también estamos formando un gueto, o mejor dicho, lo hemos vuelto visible. El gueto ya estaba ahí, para dar cobijo a los discriminados. Esto se traduce a "establecimientos LGBT" que en muchos casos respetan las necesidades que otros no hacen, pero en otros se han convertido en una comercialización del movimiento. Y esto me lleva al motivo, el "Orgullo". No me gusta, no simpatizo con su imagen, pero por que no soy homosexual, como persona no es algo que me define, me definen mis aficiones, algunas de las cuales están aquí presentes, me define mi carácter rebelde e implicado, me define mi forma de ver la vida, dentro de la cual está mi sexualidad, pero no me define con una palabra, por que soy un ser humano y somos complejos, o eso creo yo. Y en mi humilde opinión, creo que hasta que dejemos de definirnos con orientaciones sexuales como algo significativo no adquiriremos la normalización.
Asi que puede que el orgullo no te guste, pero por favor, no te atrevas a decir que "esta normalizado".
POSTDATA: Este artículo no está centrado en Álvaro, va en tono general. Que lo oigo mucho eso de que "esta normalizado"
POSTDATA: Este artículo no está centrado en Álvaro, va en tono general. Que lo oigo mucho eso de que "esta normalizado"
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