Los cuentos infantiles son una forma de educar, de transmitir cuales son los peligros del mundo y como respetar o combatirlos. Un recurso muy conocido en este sentido es el del lobo feroz. Esto es así en ejemplos como caperucita roja (caminar a solas por el bosque), los tres cerditos, el lobo y las 7 cabras o juan y el lobo (los lobos se comen al ganado y a éste se le tiene que proteger). Cuando los cuentos se emplean en un contexto más aristocrático, se tiene tendencia a emplear figuras demonizadas, como la madrastra de blancanieves, figuras humanas trastornadas. Estos cuentos nos enfocan a las amenazas de las intenciones humanas, de gente trastornada por sus emociones, principalmente. Para representar todas estas figuras se plantea el concepto del mal intrínseco, como el típico "eso es caca" que se les dice a los más peques para que no se lleven cosas a la boca. Pero vamos a ver esto más en profundidad:
El sujeto "antagonista" o villano.
El sujeto, o personaje que interpreta el malo del cuento. Es aquello que queremos enseñar que es peligroso, aquello de lo que queremos proteger a los peques. En general en la construcción de un cuento en el que haya una figura maligna, es una parodia, una exageración de un peligro real, con motivo de asustar y prevenir. Estos elementos están relacionados al contexto del público del cuento. Por ejemplo, en Frozen, tenemos a Hans, un príncipe zalamero y perfecto que le regala los oídos a Anna y que más tarde demuestra ser el villano, advirtiendo de que el príncipe azul puede salir rana, queriéndose aprobechar de nuestra ingenuidad. Siempre que se construye un cuento, hay que pensar que el villano tiene que ser actual, que los cuentos antiguos son muy entretenidos, pero a día de hoy muchos quedan fuera de contexto, mientras que a día de hoy hay cientos de cuentos mucho más actuales a nuestra disposición.
El mal intrínseco.
El modelo de antagonista también está desfasado. La educación cada vez se basa menos en los valores cristianos del bien y el mal, valores que por otro lado son totalmente deshumanizantes y antiempáticos, valores más buscados en estos días. Por que si eres el tipo de padre que va a enseñarle a tus hijos que lo más importante en esta vida es formar una familia no deberías estar mirando este blog, para empezar. Un cuento actual, cuando emplea un antagonista, no tiende a hacerlo como una fuerza inamovible que solo desea destruir o controlar de forma despótica. Buscamos enseñar valores como la cooperación, el dialogo, la empatía, y la autocrítica. Y aqui es cuando la figura del villano puede cambiar, dejar de ser solo ese peligro para ser algo con lo que relacionarse e interactuar, cambiando factores como el miedo por el respeto, la lucha por la conciliación y las posturas estáticas por posturas comprensivas.
Con todo esto lo que quiero explicar, es que cuando empleamos nuestra afición con los peques, es nuestro deber no realizarlo de forma negligente, por que estamos educando, y es muy importante valorar el que y el cómo lo hacemos.
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