Hasta que no puedas más?

Bueno, hoy es martes de Sententiam, y voy a hablar de una cosa que me ha ido pasando estas semanas y que ayer llegó a su momento de... "eclosión". Que sucede cuando un sistema no te gusta.

Everybody hail to the D10!

Hablamos de que es lo que sucede cuando algo en la mesa no va bien, no funciona, y genera malestar. Estamos en esto del rol por que nos gusta, nos gusta jugar y divertirnos, de modo que, ¿que sucede cuando la partida deja de entretener y divertir?

El sistema no te gusta

No es un problema nuevo. Todos tenemos sistemas que simplemente no nos gustan, por su complejidad o por su funcionamiento. En este caso poca cosa se puede hacer, cada vez que juegues/dirijas este sistema sufrirás retortijones y dolores de cabeza. Simplemente no te sentirás cómodo y no serás capaz de meterte en escena. En este caso, dejarlo es una buena opción. Una vez hecho esto, puede hablar con tu grupo sobre si cambier de juego o que le sucederá después.

En el grupo no hay armonía

Los personajes no colaboran mutuamente, no se integran, se centran exageradamente en los objetivos personales y poco o nada en los objetivos grupales. En este caso se vuelve necesario hablar con los jugadores, y replantearse los puntos importantes de la trama. el segundo punto es tarea del Director, pero el primero no tiene por que serlo. Si eres jugador en una partida, puedes perfectamente hablar con los otros jugadores e incluso incluirlos en la mesa buscando objeticos en común. A veces pensamos que el Director de juego lo tiene que hacer todo pero no es así.

El lugar de juego es inadecuado

Quizás el lugar en el que juegas no es apropiado, cómodo y realizar la partida se vuelve molesto, no por factores antes citados, si no por el lugar. Si se da este caso es importante detener la partida y encontrar un lugar que sí resulte apropiado, en el cual la partida pueda desarrollarse.

En fin, para acabar, os diré que si no os sentís cómodos en la partida que lo digaís, que el rol es un juego de grupo al fin y al cabo.